“Algunas
formas de servidumbre apenas se diferencian de la esclavitud de hace 200 años,
excepto en el hecho de que los mercados de niños esclavos funcionan de una
manera más oculta. Se vende a los niños por una suma de dinero al contado. A
veces los propietarios de tierras compran niños trabajadores a sus aparceros o
bien, en una variante del sistema, los contratistas de mano de obra pagan a las
familias rurales una cantidad por adelantado ponen a trabajar a estos niños en la
agricultura, el servicio doméstico, la prostitución, la fabricación de
alfombras y productos textiles, la explotación de canteras y la fabricación de ladrillos.
Hace tiempo se ha descubierto la existencia de esta clase de esclavitud
infantil en algunas partes de Asia y África.
Una de las
formas de servidumbre más corrientes es la servidumbre familiar, en la que los
niños trabajan para ayudar a reembolsar un préstamo u otras obligaciones contraídas
por la familia. Los prestamistas, que suelen ser los propietarios de tierras,
generalmente manipulan tal situación lo que hace que sea difícil o imposible
pagar la deuda, con lo cual se aseguran indefinidamente una mano de obra prácticamente
gratuita. De este modo una familia puede permanecer atada generación tras generación,
sustituyendo los hijos a sus padres ancianos o enfermos en un régimen de
servidumbre intergeneracional.
Quizás los
acuerdos de servidumbre más extendidos son los de tipo encubierto, en los que padres
pobres entregan a sus hijos a unos desconocidos para que trabajen a cambio de
que simplemente los mantengan, convencidos de que estarán mejor como criados no
remunerados, en una familia acomodada, que en su propio hogar.” (de la OIT)
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