miércoles, 29 de octubre de 2014

Sueños de Platero

UN VIAJE FANTÁSTICO


     Mientras Platero olía las florecillas del campo estas formaron como una alfombra y Platero se encontró volando por encima de un lago. No había salido de su sorpresa cuando la alfombra se deshizo y empezó a caer, solo que al llegar al agua se dio cuenta de que podía caminar sobre ella, incluso podia patinar por encima de la líquida agua.

    De pronto vio como un árbol crecía en medio del lago al tiempo que el agua se convertía en helado líquido con sabor a Kinder salpicado de trozos de barrita. Encantado empezó a comer helado y más helado y bebió tanto que desapareció todo el helado líquido y solo quedaron los trozos sólidos de barrita.

   Mientras Platero miraba lo gordo que se había quedado tras comerse el helado las barritas formaron como una escalera que conducía a un gimnasio. Platero quería subir pero no podía. Fue entonces cuando el árbol colocó sus raíces de forma que le ayudara a subir.

   Mágicamente al llegar arriba Platero ya había adelgazado. Miró y se encontró con un pasillo y al final del mismo una puerta; la abrió y vio una televisión qu emitía un programa que le gustaba mucho. Se quedó viéndolo y al cabo de unos minutos se durmió.

  Cuando se despertó se vio de nuevo en el establo. ¡Pobre Platero, engañado por su propio sueño!


Autora: Teresa Barzano

LA PESADILLA DE PLATERO

-¿Dónde estoy?-preguntó Platero

-Estás aquí, jugando con nosotros al escondite-oyó que le respondían.

-¿Y quién paga?

-Pagas tú.

-Vale, voy a empezar a contar. 1, 2, 3, 4...

Cuando llegó a cincuenta se fue a buscarlos. Pasó por el pueblo, subió montañas y al final los encontró debajo de la tierra en una cueva.

Después pagó otro y mientras se escondía Platero apareció un fantasma que le dijo:

-Platero, ven por aquí y ganarás la partida.

-Vale, voy.

Platero le siguió hasta un pozo y fue entonces cuando el fantasma le tiró dentro. 

 

Los demás jugadores estuvieron buscándole horas.

-¡Platerooo!¡Platerooo!- gritaban

Al final Platero les oyó

-¡Estoy aquíiiii!

-¿Dóndeee?

-¡Aquí abajoooo!

-Ya te vemos

Desgraciadamente ellos también cayeron en el pozo. Del susto Platero se despertó y comprendió que todo había sido una pesadilla.

Autor: Marc Albalat










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